Apoyo al cuidador

Apoyo al Cuidador

¿Quién cuida al que cuida?

Reconocemos la invaluable labor de los cuidadores familiares y les brindamos el apoyo necesario para afrontar los desafíos de esta enfermedad.

Cuidar de un ser querido con Alzheimer es una tarea noble y desafiante que implica un gran compromiso físico, emocional y mental. Los cuidadores familiares a menudo asumen responsabilidades como:

Asistencia en las actividades diarias: higiene personal, alimentación, vestimenta.
Administración de medicamentos y supervisión de la salud.
Apoyo emocional y compañía.
Gestión del hogar y asuntos financieros.

Desafíos para el cuidador:

Esta labor puede generar agotamiento, estrés, ansiedad, e incluso afectar la salud física y mental del cuidador. Es fundamental reconocer la importancia del autocuidado y buscar apoyo para sobrellevar las dificultades.

Nuestro apoyo para el cuidador:

Ofrecemos un espacio de contención y acompañamiento para los cuidadores familiares, con servicios como:

Grupos de apoyo: donde compartir experiencias, emociones y estrategias de afrontamiento con otras personas en la misma situación.
Talleres educativos: para aprender sobre la enfermedad, el manejo de los síntomas y las técnicas de cuidado.
Asesoría individual: con profesionales de la salud mental para abordar las necesidades emocionales y psicológicas del cuidador.
Centro de Día: para que el cuidador pueda tomar un descanso y recargar energías, con la tranquilidad de que su ser querido está en buenas manos.
Recursos online: información, consejos y herramientas para facilitar la tarea del cuidado.

Cuidado Alzheimer

No estás solo...

En Talita estamos comprometidos a acompañar a las familias en cada etapa de la enfermedad, ofreciendo apoyo, orientación y recursos para mejorar la calidad de vida tanto del paciente como de sus seres queridos.

Asesoria personalizada

Prevención y detección del Burnout

Herramientas y Consejos

Compartir el cuidado

Test para el cuidador primario

¿Es momento de pedir ayuda?

Este test te ayudará a reconocer si es el momento de sumar fuerzas. Pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino de amor y valentía. Cuidar de ti mismo/a te permitirá cuidar mejor de tu ser querido.